Escapada Monells

Pueblecito de piedra con un pasado a las espaldas, pero impecablemente bien conservado. Es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos del Empordà.

Está ubicado en las dos orillas del río Rissec, en el punto donde el valle comienza a ensancharse. En una orilla está la fortificación en torno al castillo y, en la otra, el núcleo.

Destacar la plaza porticada de Sant Jaume, escenario de un antiguo mercado de la época, y presidida por la iglesia de Sant Genís, del siglo XI. No se vayan sin disfrutar un ratito de la terraza.

Su arquitectura tiene muestras evidentes de diferentes etapas históricas. Las murallas y las torres son del románico; mientras que la plaça de l'Oli, la calle dels Arcs y algunos ventanales son del gótico.

Dejarse perder por las estrechas callejuelas caminando sin prisa y disfrutando de la construcción.

Es impresionante la calma que se respira en todos y cada uno de sus rincones.

La visita se puede hacer en una mañana.

Sin problema.

Sin problema.