Hotel “Els Caçadors”

Poco te lo esperas. Por fuera, es el típico hotel de montaña que está ubicado en medio del pueblo. Nada llamativo. Discreto y sencillo. Ninguna estridencia. La sorpresa aparece cuando cruzas las puertas de cristal. Un diseño completamente vanguardista te invade. Han conseguido un equilibrio de estilos: materiales rústicos con un diseño moderno. La piedra, la madera y el vidrio son los tres materiales que predominan en el recibidor.

El comedor, con tonalidades marrones, tal vez es un poco más cálido. Me gustó mucho detalle del logo del hotel estampado en los cristales de las ventanas. La comida es muy casera, pero buenísima.

Tienen tres tipos de habitaciones (aparte de las suites): bronce, plata y oro. Yo tuve la oportunidad de alojarme en una de categoría "oro". Elegante y sencilla donde predominan los tonos dorados. Dispone de wi-fi, aire acondicionado, bañera de hidromasaje y pequeño balcón. Muy cómodo.

En el piso de arriba de todo han creado un espacio de relajación "La Sala de la Luna" con chimenea y terraza con jacuzzi climatizado con vistas a la montaña.

Uno de sus puntos fuertes es que está al lado de la estación del tren cremallera. Muy cómodo para todos aquellos que os guste el senderismo, pues no hay que coger el coche. De hecho, cerca, hay muchas rutas para hacer. Yo hice la de Nuria en Coll de Carançà.

Estan dando servicio desde 1920; ofreciendo a los visitantes un hotelito pequeño con un trato tan familiar que te cautiva el primer día que lo vives.