Restaurante “Ultramar”

Siempre defenderé los sitios que tienen alma. Y este es uno de ellos. Me gusta mucho.

Desde fuera, ya llama la atención. Me la llamó a mí y a todo el que pasaba por delante. El local está castigado por el mar; pero muy cuidado a la vez. El azul de las puertas con las letras blancas me pareció una idea bestial: muy práctico y marcando el evidente estilo mediterráneo. Piedras colocadas estratégicamente en el suelo y bancos de madera forman parte de la decoración que me dio la bienvenida y que me enamoró de entrada.

Dentro hay dos ambientes.

La parte de abajo (a pie de calle) es muy acogedora. Un banco largo, lleno de cojines, sigue el recorrido de las ventanas. Aunque sirve de asiento para las mesas rústicas de madera, a mí me provocó sentarme para tomar el primer vinito del día. Los muebles antiguos y los nuevos, de estilo retro, no eclipsan a la barra. Aquí todo tiene su personalidad.

La parte de arriba (primer piso) cautiva a cualquiera. Muchas cosas me hicieron fijar la mirada, pero nada consiguió distraerme de las maravillosas vistas al mar. No dudéis en pedir una mesa cerca de la ventana. Se puede ver La Roca del Cargol y toda la bahía de l'Escala. Este lugar me dio una sensación de tranquilidad impresionante. Ver la inmensidad del mar desde aquella mesa tan bien puesta disfrutando de buena comida me hizo sentir mucho.

Gerard merece mención aparte. Lo vive todo con pasión. Cada cosa que pasa allí dentro, tanto dentro de la cocina como fuera, la piensa y repiensa para hacerla aún mejor. Su cabeza no descansa. Quiere hacer cosas diferentes y las hace. Revisad la agenda de su web. Los jueves y los viernes siempre hay eventos que hacen que el sitio sea muy vivo.

Tipo: cocina de mercado elaborada. Las frutas y verduras son del Empordà y el pescado de la Costa Brava.

• Mouse de judía con papadum y oliva tierna - Bestial manera de empezar. Contraste de sabores que no esperaba. Me sorprendió muchísimo este aperitivo.
• Caldo de "escudella" - Los que me conocéis un poco sabéis que la "escudella" es mi perdición. Disfruté mucho este caldo. Gustoso y nada graso. Se me hizo corto!
• Sardinas marinadas con tomates secos y limón tierno - Muy refrescante. Normalmente, la sardina es un pescado que me carga. Me dejaron fuera de juego y consiguieron que, por primera vez, me mirara la sardina desde otra perspectiva.
• Anchoas colgadas de un hilo - Sensacional puesta en escena de la anchoa de l'Escala. Creatividad máxima hacia un producto clásico que siempre se presenta de la misma forma. 
• Mejillones "Ándele wey" - Son al vapor con aceite, aguacate y ají con cebolla deshidratada. Está claro que ellos son diferentes. Mejillones con ají? Mejillones con aguacate? Mezclas inimaginables con resultado impecable.
• Tartar de atún con aguacate, perlas de wasabi y algas nori - Sabroso y refrescante a la vez.
• "Caralmar" en tempura negro y mahonesa con ajo negro - Nadie puede marcharse sin pedirlo. Hace abrir los ojos y acercarte al plato antes de probarlo. La mahonesa es finísima.
• Lubina salvaje con verduritas - Plato que demuestra que, cuando el producto es bueno, se puede cocinar de forma sencilla. Buenísimo.
• Picantón en confit con tierra aceitunas, puerro y trufa - Brutal! Ni la trufa, ni el puerro sacan el protagonismo al picantón. Delicioso.
• Legos de chocolate - Chocolate presentado en forma de Lego. Original.

No os vayáis sin probar uno de sus cocktails. Trabajan técnicas de coctelería evolutiva basada en extracciones de sabores y con licores Premium. Disponen de su propia estación de hielo para garantizar la calidad de este producto tan presente en estas bebidas.

Para mí, ya es un "must" de la Costa Brava. Cocina muy honesta en un paraje brutal.