Escapada Serra de Tramuntana

Siempre he dicho que Mallorca esconde sorpresas.

Es una isla fantástica que, por su dimensión y riqueza en todo, no he tenido suficiente con dos visitas. Está llena de rincones con encanto que atrapan. Más la conozco, más ganas tengo de volver.

Muchas veces, cuando descubrimos un destino nuevo, nos limitamos a ir a los lugares más conocidos. Yo, concretamente, cometí el grave error (también era joven) de visitar las playas más conocidas y descubrir restaurantes para hacer cenas idílicas cerca del mar. Ni me planteé descubrir la auténtica Mallorca. En mi segunda visita a la isla y gracias a un familiar mío que estaba viviendo allí, fue cuando descubrí la otra Mallorca. La que me enamoró.

Esta excursión es un claro ejemplo.

La Serra de Tramuntana es la principal sierra de las Islas Baleares. En Junio de 2011 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y realmente lo merece. Es una columna de montañas de 90 kilómetros de longitud que va de suroeste a noroeste. Tiene 9 cumbres por encima de los 1.000 metros y ofrece unos acantilados fascinantes sobre el mar. Ofrece unos parajes increíbles.

Empecé la ruta en Valldemossa para recorrer la Ma-10 hasta Andratx pasando por Banyalbufar y Estellencs. La carretera es realmente espectacular. Las curvas y la incomodidad de la carretera son compensadas con las vistas a los acantilados de la Sierra de Tramuntana.

Valldemossa es especial. Las calles son estrechas y peatonales. Las casas son de piedra y los comercios respetan el entorno. Se respira historia en cada edificio. Conserva uno de los mejores conjuntos de arquitectura tradicional de la isla. Hay más gente de la que esperaba encontrar, pero todo el mundo respeta la calma y el silencio. Su máximo reclamo turístico es la Cartoixa de Valldemossa (donde vivió Chopin un invierno entero). Fecha de 1399. La visita se hace en este orden: iglesia, claustro, farmacia, jardines y finalmente las habitaciones.

Aquí se toma la Ma-10 dirección Banyalbufar. En la misma carretera y en medio del pueblo está el "Café Bellavista". Haced un parón en la ruta y entrad. Es un café muy normal. De hecho, si no me hubieran llevado, yo no habría entrado y me habría perdido las vistas al mar Mediterráneo. Vale la pena disfrutar de la terraza un rato. El pueblo es muy tranquilo, incluso en temporada alta. Me sorprendió mucho como cultivan en aquellos bancales en la verticalidad de las montañas.

A menos de 2 kilómetros y siguiendo por la Ma-10, está el Mirador o Atalaya de Ses Animas y la Torre del Verger. No tengáis ninguna duda de que aquí es donde se puede disfrutar de una de las panorámicas más bonitas de la isla y, probablemente, una de las mejores puestas de sol. A la torre se puede subir por unas escaleras pequeñas de hierro. Fecha del 1579 y forma parte del sistema de torres de defensa que rodea la isla y que esconde muchas leyendas. La más popular es la que dice que las almas tejen unas redes invisibles para atrapar a quien se acerque a los alrededores. Y realmente, atrapa!

Las vistas de la Serra de Tramuntana continuando por la Ma-10 dirección Andratx y pasando por Estellencs son fantásticas: acantilados de infarto, bosques de pinos y de olivos que llegan al mar, pueblos que parecen auténticos miradores del Mediterráneo... Esta última población es pequeña y tiene playas de difícil acceso; cosa que ha conseguido que se haya librado del boom de la construcción. Mantiene un encanto especial.

Recomiendo hacer la excursión en moto. Es más fácil aparcar en caso de que improvisar algún mirador vosotros mismos.

Una buena guía es Mallorca 3 (Guías de País Lonely Planet)

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La escapada se puede hacer en una mañana.

Sin problema.