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Hotel “El Convent 1613”


Hotel “El Convent 1613”

Acceso

El hotel está en medio de La Fresneda y tiene parking propio.


Calle Convento, 1 La Fresneda
Teruel (España)
Telf: (+34) 978 854 850
E-mail: hotel@hotelelconvent.com
Web: https://hotelelconvent.com/

Iba especialmente ilusionada a conocer "El Convent 1613". Todo lo que había visto o leído me había gustado y el hecho de que antiguamente fuera un convento me provocaba especialmente.

La historia cuenta que el convento original estaba ubicado a 6Km del núcleo urbano y que las inclemencias y la austeridad de la época fueron la causa que provocaron su abandono. Fue entonces que se decidió trasladarlo al pueblo, en medio de La Fresneda. Las obras del nuevo convento comenzaron en 1593 y finalizaron en 1613. Para poder hacer parte del hotel, han rehabilitado completamente lo que quedaba de la iglesia (sin techo, ni altar, ni campanario, pero con las capillas intactas), el pozo, el aljibe del claustro y muchos restos de murallas y pavimentos.

En 1999 una familia del Matarraña (província de Teruel) decide hacer un cambio radical de vida y se aventura, con mucha ilusión, en un proyecto que, no nos engañemos, era arriesgado: abrir las puertas del convento para que todos tengamos la oportunidad de vivirlo y verlo. Yo no puedo hacer nada más que felicitarles. Gracias a ellos ahora podemos dormir en un antiguo claustro o cenar en una antigua iglesia convertida en un restaurante. Bestial.

Los jardines están repartidos en diferentes rincones independientes. Las dos zonas principales son la piscina y el claustro. La primera es la que está más alejada del hotel. Me atrevo a decir que tal vez es la zona donde se puede disfrutar de más tranquilidad. La segunda es una maravilla. En serio, el claustro engancha. Tiene un encanto que no te deja marchar de allí. Hay diferentes espacios que invitan a estar; sencillamente para leer o charlar.

Del interior, lo primero que hay que ver es el restaurante (la antigua iglesia). Observadlo, sin prisa, desde arriba y desde abajo. Vidrio y hierro encajan impecablemente con la estructura antigua regalándonos un diseño extraordinario. Tiene mucha fuerza. El resto del edificio (recepción y salas de estar) son totalmente rústicas y eso hace que todavía gane más protagonismo el restaurante. Los dormitorios son amplios y tienen todas las comodidades (wifi, televisión, aire acondicionado, etc).

El servicio es fantástico, pero quiero hacer mención especial a Sandra... entregada en cuerpo y alma a que todo vaya como tiene que ir. Concentrada en el trabajo y priorizando la satisfacción del cliente por encima de todo. Si habláis con ella, os recomendará lugares para visitar y os hará hacer dos visitas a La Fresneda... no os perdonará que no la veáis de día y de noche. Y... ¿sabéis qué? Tiene razón.

Hotelito con un encanto especial ubicado en un entorno que enamora a quien lo conoce.

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